Se analizó a un total de 140 pacientes consecutivos a los que se practicaron intervenciones quirúrgicas por pericarditis constrictiva en un mismo centro en un periodo de 34 años.
La etiología fue idiopática en 76 pacientes (54%) y tras pericarditis aguda idiopática en 24 (17%), pericarditis tuberculosa en 15 (11%), pericarditis purulenta en 10 (7%) y cirugía cardiaca en 5 (4%), radioterapia en 3 (2%) y uremia en 2 (1%). La duración media de los síntomas antes de la pericardiectomía fue de 19 meses (desviación estándar: 44 meses); la forma de presentación clínica más aguda fue la de las pericarditis purulentas (26 [intervalo, 7-60] días) y la más crónica, la de los casos idiopáticos (29 meses [4 días-360 meses]). La mortalidad perioperatoria fue del 11%. No hubo diferencias en la mortalidad según etiologías. La mediana de seguimiento fue de 12 (0,1-33,0) años, durante los cuales fallecieron 50 pacientes. En un análisis de regresión de Cox, la edad en el momento de la operación, la clase funcional de la New York Heart Association avanzada (III–IV) y los antecedentes de pericarditis aguda idiopática se asociaron a una mayor mortalidad durante el seguimiento.
La mayoría de los casos de pericarditis constrictiva son idiopáticas. La cirugía cardiaca y la radioterapia causan una minoría de los casos. Las presentaciones aguda y subaguda merecen un estudio etiológico. La edad, la clase funcional avanzada y la pericarditis aguda idiopática previa se asocian a mayor mortalidad.