Estudio de cohortes retrospectivo (n = 52) con control histórico (n = 20) de los síndromes coronarios agudos con elevación del segmento ST atendidos. Se revisaron los informes de los dispositivos móviles de cuidados críticos y urgencias y de alta hospitalaria, la historia informatizada y el registro ARIAM, recogiendo características epidemiológicas y clínicas, datos de la asistencia, reperfusión, intervalos temporales y mortalidad.
Las características de ambos grupos no difieren significativamente. Aumentó la concordancia diagnóstica de los dispositivos móviles de cuidados críticos y urgencias-hospital (85,3 versus 76,9%), sin significación estadística. Hubo un uso similar de nitroglicerina, mórficos y AAS; aumento significativo (p < 0,0001) de clopidogrel/prasugrel (55 versus 90,4%) y enoxaparina/fondaparinux (35 versus 76,9%), así como de fibrinólisis prehospitalaria (5 versus 30,8%, p < 0,03), que se aplica en < 2 h al 71,4%, con un tiempo puerta-aguja de 40 min, mientras la fibrinólisis hospitalaria y la angioplastia primaria se realizan a partir de la tercera hora (p < 0,01). Los retrasos se asocian a la demora del paciente (p < 0,02). Aumenta más la estrategia farmacoinvasiva (62,5 versus 84,6%) que la angioplastia primaria (15 versus 17,3%), disminuyendo la fibrinólisis hospitalaria (35 versus 19,2%), todas ellas sin significación estadística. Las complicaciones son similares, disminuyendo la mortalidad al año (p < 0,67).
El protocolo es efectivo, seguro, fiable, reduce las demoras y mejora la atención prehospitalaria. La estrategia farmacoinvasiva es una opción válida.