Encuesta heteroadministrada a pie de calle.
Capitales de provincia del País Vasco.
Seiscientas cinco personas de entre 15 y 64 años, seleccionadas mediante muestreo aleatorio estratificado por edad.
Nivel de formación recibida, capacitación autopercibida y percepciones y actitudes para identificar y asistir a una persona en parada cardiorrespiratoria.
El 56,4% de los encuestados eran mujeres, el 61,8% en situación laboral activa y el 48,3% poseía estudios superiores. El 37% refirió haberse formado en técnicas de resucitación, pero solo un 20,2% consideraba encontrarse capacitado para aplicarlas. Las personas que trabajan en la administración pública mostraron una probabilidad casi 4 veces mayor de estar formadas en desfibrilación que quienes trabajan en otros sectores (OR 3,7; p < 0,001), mientras que aquellos con estudios elementales/sin estudios presentaron una probabilidad casi 3 veces mayor que el resto de no haberse formado en resucitación cardiopulmonar (OR 2,7; p = 0,001). El 94,7% consideraba «bastante/muy importante» que la población fuese capaz de realizar una resucitación, pero el 55% declaró que no sabría identificar una parada cardiaca si la presenciase y el 40,3% no sabría reconocer un desfibrilador de acceso público.
La ciudadanía del País Vasco considera importante saber identificar y tratar precozmente a una persona en parada cardiorrespiratoria, pero los conocimientos generales sobre resucitación cardiopulmonar y desfibrilación son pobres.