文摘
Los aneurismas infecciosos, pese a su escasa prevalencia, suponen un desafio para el cirujano vascular que se enfrenta a ellos, dado que el diagnóstico precisa de un índice de sospecha muy elevado, habitualmente ante un paciente comprometido con sepsis, rotura arterial y localizaciones atípicas. Son cuadros que no permitan normalmente la simple escisión como tratamiento satisfactorio, que se mantiene actualmente en controversia. Se realiza una discusión acerca de los métodos diagnósticos y los tratamientos más contrastados, incluyendo el manejo endovascular.